Los tres fabricantes han unido esfuerzos con el fin de eliminar las dudas y miedos que puedan surgir a las organizaciones en el proceso de la virtualización. El objetivo es ofrecer soluciones capaces de mejorar la eficiencia y el rendimiento en entornos críticos y que las empresas comprueben las ventajas que ofrece el cloud computing, como la reducción de costes, la mejora en la escalabilidad, la flexibilidad o la fiabilidad.
VMware, HP e Intel cuentan con una visión común sobre el futuro de la tecnología y han trabajado juntos durante los últimos meses con el mismo objetivo: allanar el camino hacia la tecnología como servicio bajo el modelo cloud.
“Cada vez son más las organizaciones que se apuntan al modelo cloud apoyándose en la virtualización de servidores y de puestos de trabajo”, afirma Alfonso Ramírez, director general de VMware.
El viaje hacia la virtualización se estructura en varias etapas. En una primera fase se comienza por virtualizar las aplicaciones más sencillas y la consolidación de servidores para posteriormente pasar a la virtualización de las aplicaciones más importantes como las bases de datos, entornos Sap o Crm entre otros, permitiendo así la optimización del rendimiento con recursos dinámicos ahora que las cargas de trabajo son cada vez mayores y más imprevisibles. Por esta razón se hace necesario, para no interrumpir la actividad de la organización, contar con la mayor escalabilidad, flexibilidad y fiabilidad posibles.
Con el aumento de la virtualización, las arquitecturas de redes multi-tier, la expansión virtual, el almacenamiento inflexible, las cargas de trabajo impredecibles y los problemas de seguridad, ha aumentado la complejidad y se ha limitado un despliegue más amplio.
“Estamos asistiendo a la segunda ola de la virtualización, donde nuestros clientes tienen que abordar problemas serios como incremento de complejidad que están sufriendo los entornos virtualizados o iniciar el camino hacia cloud”, declara Jose María de la Torre, vicepresidente y director general de HP Essn Iberia.
La virtualización de aplicaciones a gran escala, necesita de sistemas capaces de soportar grandes cargas de trabajo donde el rendimiento, la eficiencia energética, la fiabilidad y la disponibilidad son requerimientos esenciales a la hora de elegir la plataforma hardware.
“Con la evolución de la arquitectura x86, hoy podemos decir que los procesadores Intel Xeon E7 con los que van equipados los servidores HP Proliant, ofrecen una de las mejores soluciones para entornos de aplicaciones de misión crítica y la mejor alternativa a los sistemas Risc propietarios gracias a la incorporación de funcionalidades Ras que Intel ha incorporado en el procesador”, afirma Agustín Gallego, Director de Alianzas de Intel Corporation Iberia.
HP, VMware e Intel han creado en las oficinas de VMware en Madrid un DemoCenter. Las tres compañías estiman que dichas instalaciones serán usadas por más de 100 clientes a los largo de los próximos 12 meses.
Esta infraestructura permitirá la instalación de las últimas versiones liberadas por VMware. Por un lado, la capa de infraestructura virtual estará compuesta por vSphere 5 mientras que el acceso al DemoCenter se efectuará en un primer momento desde la propia oficina, a través de puestos de cliente HP equipados con View 5.
Se utilizará vCloud Director 1.5 ya que cuenta con un catálogo completo de las soluciones VMware, facilitando así el despliegue bajo demanda de entornos de demostración sencillos de configurar y flexibles desde el punto de vista de la usabilidad. La infraestructura de esta primera fase, junto con las nuevas soluciones de VMware, hará posible la configuración de dos datacenters virtuales en el DemoCenter para probar soluciones de recuperación ante desastres VMware Srm 5.
El Demo Lab cuenta en esta primera fase con una plataforma de computación formada por dos servidores HP Proliant DL580 G7, equipados cada uno con dos procesadores Intel Xeon E7-4807 y 92 GB de Ram. Dos tarjetas Hba y una tarjeta Cna dual, junto con cuatro Nics a 10Gbps completan cada servidor.